A
finales del siglo XIX, Henri Fayol ofreció al mundo su visión acerca de lo que
consideraba que era la administración, dicha visión consistía en un proceso que
a su vez incluía las funciones que todo administrador debía realizar. Con el
paso del tiempo el concepto de proceso administrativo fue retomado y modificado
por distintos autores pero su esencia permanece, actualmente el modelo más
popularizado consiste en 4 etapas: planeación, organización, dirección y
control.
Al
entender la administración como un conjunto sistemático de reglas para lograr
la máxima eficiencia en las formas de estructurar y manejar un órgano social
(Reyes, 1978) podemos decir que los profesores ejercen actos de administración
puesto que son los responsables de lograr los objetivos de aprendizaje en
órganos sociales que serían sus grupos de alumnos.
El
maestro aplica el proceso administrativo desde el momento en el que planea un
curso o una clase, el establece los objetivos que se lograrán en el transcurso
del ciclo escolar y lo hace de una forma consciente, estableciendo fechas e
instrumentos de medición que determinarán en que grado se cumplen los
objetivos.
Una
vez que el profesor ha establecido los objetivos determina que recursos
necesitará para su cumplimiento, probablemente determinará la bibliografía que
se consultará en su materia o el material didáctico que necesitará para cada
una de sus clases. El maestro también podrá decidir hacer equipos de trabajo
para que sus alumnos trabajen en proyectos. Esta configuración de equipos de
alumnos es una manifestación de organización. También debemos incluir como
parte de esta etapa la elaboración del reglamento de la clase.
La
parte directiva es la más evidente en la práctica docente, principalmente en
las acciones de mandato que el profesor ejerce sobre sus alumnos, para el
profesor mandar debe ser considerado un arte ya que no cualquiera sabe mandar
de forma efectiva, el profesor debe aprender a comunicarse con sus alumnos de
forma efectiva. En la dirección también se contempla la parte motivacional, el
profesor debe orientar la motivación de sus estudiantes hacia el aprendizaje.
Por
último observamos la etapa de control que el profesor la ejecuta al verificar si
se están cumpliendo los objetivos de aprendizaje, esta verificación se puede
dar en forma de exámenes, de tareas o de preguntas en clase. Toda técnica que
le sirva al profesor que tanto a aprendido sus alumno puede ser considerado un
acto de control, el objetivo del control es obtener información que nos servirá
para la toma de decisiones. Si hemos cumplido con el objetivo debemos
determinar cuáles fueron los factores de éxito, si no lo hemos logrado
deberemos identificar las causas del incumplimiento y tomar las medidas
necesarias para corregir el camino.
Concluyo
con la idea principal de esta redacción: todo maestro es en esencia un
administrador.
Luis Martínez Pérez
Referencia
Reyes,
A. (1978) “Administración de Empresas: Teoría y Práctica”
México:
Limusa.